martes, 10 de enero de 2012

Santiago, día 1 y 2

Un día de Abril, se está arrimando a los finales de noviembre. Viento del sur o lluvia de Abril. Asociación libre, la lluvia me encontró en mi habitación con el plano de cuba desplegado planeando mis próximas movidas aprovecho para ponerme al día con la crónica antes de que el tiempo agrise todo, al mejor estilo de las películas yankies sobre la India la llegada a Santiago me encontró con 25 personas agolpadas en la puerta de la terminal a donde los guardias no dejaban entrar ofreciendo sus servicios de alojamiento, taxi, bici taxi putas etc. Una hoja en blanco con la palabra Adrian y más abajo Deisy, identificaban al taxista que había puesto la hermana de dedé, para que me lleve a su casa en donde ahora estoy.

El viaje en el antiguo chevrolet transcurrió entre una caótica ciudad colonial y las comparaciones del poder de dirigencia que tienen Fidel, para el tachero un maestro del tema, lo que fue Evita y lo que no llega a ser Chávez. Ante el tachero diciendo que Chávez es una copia de Fidel yo le intente explicar las diferencias entre el pueblo Venezolano y el Cubano, la abrumante proporción de pitiyanquies que había en el país sudamericano y lo difícil que debía ser para él llevar adelante una revolución con esa materia, boludeces, contesto, u otra palabra más cubana pero que significaba lo mismo, al pueblo cubano éste, que defiende a la revolución que soportó el bloqueo y el período especial lo hizo Fidel, a Chávez le falta mucho.

Decidí mover la atención a temas más triviales como mi sorpresa de ver a tantos jóvenes cubanos jugando al fútbol en todos lados, en cuatro años entran al mundial, ya podríamos haber entrado, pero tuvimos que jugar con el banco las últimas eliminatorias, al plantel titular se lo compraron todito, veo a los negros correr y me alegro un poco de eso, van a ser muy buenos.

Santiago tiene un centro muy desplegado, con zonas hermosas y te vas media cuadra y todo vuelve a caerse a pedazos como casi toda Cuba, no es desprecio a la probreza lo mío, no dejo de sentir desidia de parte de los cubanos sobre todo a tener sus casas lindas, mas allá de los problemas económicos. A solo 3 cuadras de la casa de deisy empieza el centro, cada 3 o 4 cuadras una plaza, a donde poder sentarse un rato y ser asediado por no uno, sino 5 tacheros en fila que te ofrecen sus servicios y se quedan esperando la respuesta, me mando versos de noes sin rima pero con fastidio.

Después de 3 vueltas y dos helados chiquitos y uno mediano en la copellia santiaguera veo a dos chicos con no tanta pinta de turistas, es difícil distinguir a los turistas latinoamericanos y mas si fueron cubanos, uno de ellos con algo que parecía un ejemplar de la Batalla de Ideas que editamos desde la Juvetud Rebelde, estaba por cerrar la boca del asombro y acercarme a preguntarle como lo habían conseguido cuando uno de ellos me reconoce y me dice, Adrian! Que haces chavón, terminando de determinar que efectivamente eran turistas, argentinos y de La Mella! Levaban algunos días mas que yo recorriendo Cuba en auto con sus padres, nos quedamos hasta la noche charlando en la plaza frente a la catedral, subimos a la terraza del hotel a ver a Santiago desde arriba y nos fuimos cada uno a comer arreglando encontrarnos tipo 10 en la puerta de la casa de la trova.

Dolor de cabeza mediante, sin bañarme ni cenar me encuentro con ellos enfrente a la casa, 5 cuc la entrada y el público parecía medio avejentado, sanguchitos y pizza en pesos cubano mediante nos llegamos hasta la Casa del Son donde sonaba algo bueno y la entrada era solo 40 pesos cubanos, entramos, 13 músicos, 4 vientos, dos pianos, tres percusionistas, dos coros, contrabajo eléctrico, cantante, tres mozos, presentadora, discjockey, seguridad y entrada, doblaban en cantidad al público presente, la banda la descosió, pero no llegamos a escuchar más que tres temas, eternos, dos humoristas un poco tristes, y rapero de avanzada edad con el genial nombre del “el flaco negris” y se armó el bailongo, pero ninguno de nosotros tres vimos nada como para sacar a bailar.

De ahí a la casa de la música, otra banda igual de genial, ya casi todas las turistas agarradas por su negro de la noche y los turistas varon con su negra de la noche, un par de cervezas muchas risas y algunos pasos más tarde llegaba un poco ebrio y después de haber rechazado incontables ofertas de taxis a la casa donde me hospedo poniendo la alarma para lograr estar a las 8 levantado para el lujoso desayuno en la terracita con vista a los tejados de los vecinos y en el horizonte la cúpula en reparación de la catedral, dejó de llover y está pesadísimo, voy a buscar internet y el cementerio.

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