martes, 10 de enero de 2012

Habana día 2



La parte fea de la habana solo le falta pintura. Los interiores de las viviendas están todos a full. El cubano es un tipo prolijo, se nota en sus autos, no los hay ni sucios ni flojos de pintura, se nota en ellos y ellas, el peinado tirante, siempre un brillo, siempre vestidos para sacar el mayor provecho de sus cuerpos, tengan la forma y el tamaño que tengan.


Vedado es un barrio bien residencial diría Dedé, sus edificios son un hemoso collage de épocas, desde el mas furioso movimiento moderno del existenzminimun, sin absolutamente ni una parte que podría ser considerada decoración hasta el ecléctico mas liberal con fustes doricos capiteles bizantinos y triglifos con metopas sosteniendo arcos de medio punto, todos los edificios tienen cosas en común, el tamaño de los lotes y la mayoría de los laterales libres a la vez que un generoso retiro a menudo agradecido por balcones en toda la fachada hacen de Vedado un bario aireado, sus anchas veredas con arboles que no han tenido oportunidad de ser cercenados en sus ansias de crecer, su multitud de plantas parásitas que se suman a la espesura propia de los árboles forman la selva que da casi permanente sombra a sus veredas y fachadas, algunos de sus retiros son jardines, otros tienen algún uso comercial y en contadas ocaciones los desniveles del terreno forman unos valles-selvas simplemente increíbles.

Centro habana es el barrio pobre, entre el turístiquisimo hasta el vómito casco histórico y el recientemente residencialísimo barrio de Vedado, se extiende este resto de la “ciulal de velda” en palabras del joven que había quedado eternamente agradecido a los argentinos luego de que uno de ellos en pleno período especial le regalara un inhalador para el asma. No existe código de edificación en el mundo que avale este lugar, no hay reglas ni problemas que impidan a la vida de los cubanos ubicarse en cada edificio histórico, en cada resto de edificio, en cada ruina, los timbres se agolpan al lado de las puertas, las banderas cubanas de papel, pintadas y de tela llegan a cruzarse cual lamparitas de carnaval en cada una de sus estrechas y populosas calles, la gente esta siempre bien vestida, camina tranquila, como si fuera domingo antes de lunes feriado, como su no hubiera nada muy urgente que hacer, asi es como eluden al cáncer pienso yo, que ya dejé de sorprenderme de ver a tanta gente fumando a cualquier hora del día y en cualquier momento, viviendo tranquilo, y no resignados, o sin esperar nada como los inmortales de Borges, sino tranquilos, sabiendo que nada demasiado malo los espera en el futuro, lo coches como en toda la habana no piensan en nada mas que en ellos, se abren camino entre la gente como si el freno no anduviese muy bien y para el auto fuese imposible, la gente se corre lo mínimo posible para que lleguen a pasar, la gente vive la calle, los niños pasan de la bolita al futbol, las señoras y señores se saludan un par de minutos cada vez que se cruzan en la calle, parados en el medio de la calle los gritos sirven a los visitantes para avisarle al dueño de casa que baje a abrir ante la falta de timbre.

2 comentarios:

  1. En la Habana hay una plaza, no me acuerdo el nombre, donde la gente va a hablar de Beisball. Pasan caminando y se enganchan, con cualquier desconocido que tambien pasa por ahi con la misma intension, a sostener encendidisimos debates sobre ese deporte. Es como una feria callejera pero del debate deportivo, donde nada se compra ni se vende.

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  2. En la Habana hay una plaza, no me acuerdo el nombre, donde la gente va a hablar de Beisball. Pasan caminando y se enganchan, con cualquier desconocido que tambien pasa por ahi con la misma intension, a sostener encendidisimos debates sobre ese deporte. Es como una feria callejera pero del debate deportivo, donde nada se compra ni se vende.

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