viernes, 27 de enero de 2012



Indochina
Estas crónicas de viaje por Indochina (Sureste asiático para la gilada) van a hacerse lugarcito a los codazos en el blog de Adrián por varias razones: primero porque él nos dio permiso, segundo porque me da mucha fiaca hacerme mi propio blog, tercero porque al fin y al cabo también somos “un montón” viajando.

Singapur - 27 de enero -

Después de 27 horitas de viaje, con una paradita en Doha (Arabia), habiendo cruzado al menos dos océanos y algunos mares, siendo las dos de la mañana en nuestro interior pero las trece a nuestro alrededor, llegamos a Singapur. La puerta de Indochina. O al menos la que nosotros elegimos como nuestra puerta porque el vuelo era más barato!
Qatar Airways es la mejor aerolínea que hemos probado hasta ahora. Comimos como chanchos y miramos cine y series a más no poder. La puntualidad fue tan extrema que casi perdemos el vuelo en Doha por andar medio distraídos y confiando en que abordaban un poco más tarde.
Singapur es una ciudad increíble por muchas cosas. La primera que se me ocurre es su status de primer mundo estando rodeada de países que apenas rasguñan el tercero (como Malasia, Indonesia, Vietnam, Laos, Tailandia, etc.), lo loco es que son una ciudad estado, es decir que no tienen ningún tipo de recurso natural de que valerse, mas allá de su posición geográfica que, como Hong Kong, la convirtió “natural” del comercio entre china, malasia, india, indonesia y el resto del mundo. Digo “natural”, porque, hay que decirlo, a Singapur la fabricaron los ingleses. Estas es una isla en la que básicamente no vivía ni el loro, hasta que vinieron ellos y empezaron a poner sus trade companys por todas partes. Es resto vino después, los casacas rojas, los colonos, los inmigrantes de países limítrofes, el capitalismo, etc, etc.
El resultado es una ciudad extraña, donde se habla en inglés, se escribe en inglés, las calles, los monumentos públicos, los puentes, las tumbas en los cementerios viejos, están en inglés. La gente se viste como en occidente, tiene los mismos hábitos de vida y de consumo, las mismas nociones de estética, las mismas publicidades…pero son todos chinos!, o malayos o hindúes. Entre toda la población (4.700 millones de almas) los europeos deben ser menos de un 2%. El puerto es increíble, millones de contenedores, cientos y cientos de barcos gigantes en rada esperando cargar o descargar. En el centro hay miles de bancos, financieras, aseguradoras, estacionamientos.
La gente es muy amable y atenta, todos parecen contentos y además creo que se han dado cuenta que el sentido de la vida es al revés, por lo que van y vuelven manejando siempre por la izquierda. En un par de esquinas casi se me escapa el “pero a ese auto no lo maneja nadie”, al ver el asiento del que se suponía ser el conductor, totalmente vacío.
El subte es el mejor invento del siglo XX en lo que hace al transporte, sin duda. Bueno ponele que primero viene el avión y después del subte. En Singapur el servicio es caro pero buenísimo, se puede ir a cualquier parte de la ciudad en subte y con aire acondicionado!.
Después lo de siempre, museos, el Merilion, querer cruzar una calle y terminar en un concierto de piano gratuito, “would you please take us a picture?” un hostel donde te lavabas los dientes prácticamente en la recepción y mucho jetlag…

by Maxi

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