Tepotzlan: Postal 1

Ciudad pequeña enfrascada en abruptas montañas de piedra y pequeños arbustos, tanto sus calles como sus paredes están totalmente revestidas en piedras y mas piedras, tanta es la pendiente de sus callejuelas y cercanas las fachadas que en la mayoría de las arterias no existe vereda y los grandes ómnibus que llegan desde DF dejan a sus pasajeros en una estación de servicio en el acceso al pueblo y luego dando importantes maniobras cada vez que se encuentran con un vehículo de frente, unas pequeñas combis llegan hasta el centro y otros lugares del pueblo. En sus angostas y hermosas calles se intercalan sin aparente jerarquía algunas casas de familia, algunas con locales hacia afuera para vender alguna cosa, hostales de diferentes precios, restaurantes para turistas y negocios de consumo privado del pueblo. El cuidado por los detalles en la arquitectura se basa en un fuerte legado colonial que mezcla los muros de grandes piedras con juntas decoradas con piedras pequeñas, con el mismo recurso pero uniendo grandes ladrillos de adobe con una junta parecida. La falta de rectitud de las calles hace imposible las grandes perspectivas, hecho ayudado por los continuos cambios de nivel. Toda visual de sus edificios se recorta contra las majestuosas montañas que rodean al pueblo trayendo a la memoria aquellos riscos desde donde los indios caían al ser alcanzados por los rifles de los soldados en las películas de cowboys.