domingo, 25 de diciembre de 2011

Puerto Escondido o El Hostel del Ingles Loco



Aunque parezcan mayoría por ser protagonistas de dos de los títulos de mis entradas en este blog, lo que verdaderamente copan la parada en este viaje son los australianos, salen de debajo de las piedras como babosas después de la lluvia. Después de la ultima mala experiencia en el hostel de Oaxaca decidí ir a lo seguro, siguiendo la frase de mas vale malo conocido que bueno por conocer le pregunte a la unica persona que sabía que iba para puerto escondido en que hostel estaba y si estaba bueno, asi que ni bien me baje del colectivo, espere a que abriera el primer ciber y me fui para donde estaba Rob el australiano, uno de los 8 australianos/as que conocí hasta ahora, me ubique mediante un mapita en la compu y agarre viaje caminando con la mochila totalmente traspirado y con horas de embole encima, llegue perfecto y para mi sorpresa la recepcionista era argentina por lo que pude descansar un ratito de hablar ingles, pero solo un ratito, en seguida me di cuenta que todos en el hostel incluido el dueño y su hermano hablaban inglés, ni se preocupaban en intentar castellano, incluso cuando estaba con la recepcionista y había otra persona más teníamos que cambiar a inglés, lo cual hinchaba un poco las bolas pero como dice mi hermano juan que de esto sabe bastante "ellos son los discapacitados".

Recién llegado me pegue un ducha y me puse la malla obviamente y nos fuimos con rob y otro australiano que habían alquilado tablas de surf a una playa surfera por acá cerca, las olas eran gigantes, tan gigantes que james que tenia algo de experiencia en Australia entró y se las quedo mirando sin animarse a surfear ninguna, y rob no llego a pasar la rompiente, yo temerariamente me metí, después de averigua para donde te llevaba la corriente, y nade un rato, siempre mirando para el lado del que venían las olas para que no me llevara puesta ninguna, salir no fué tan fácil, tuve que semi barrenar algunas olas para poder salir, sin llegar nunca a perder la esperanza, cosa que no le paso a rob que se desespero trago un poco de agua y tuvo que ser socorrido por un guardavida mexicano que todavía se debe estar cagando de risa de el.

Tacos, tacos y mas tacos, antes de salir dije que podría vivir un par de meses a tacos y corona, mi intestino no opina lo mismo, el picante ya es algo normal, pero extraño la abundancia de la cocina argentina, son todos como bocaditos, parece un bufet de recepción, la primera noche fue tranquila, tenia todavia todo el viaje a cuestas, la mañana siguiente tarde en levantarme y no encontré a nadie para ir a la playa asi que fui por la mia, fui a la que queda abajo del hostel despues de caminar como 15 cuadras bajo los rayos del sol que me recordaba la falta de protector del día anterior, legando a la diminuta playita debía bajar incontables escalones y me fui pal costadito pa no joder a la gente que si había podido alquilar reposera y sombrilla. Dejé mis cosas un un montoncito y me fui a nadar un rato, a las dos horas me aburrí y no había un lugar piola a la sombra así que regrese, a la tarde saqué los pasajes para san cristobal de las casas y me volvi al hostel a esperar la fiesta de navidad, skypie con toda la flia, mientras todos a mi alrrededor hacian lo mismo, de hecho rob estuvo dos horas con mi compu saludando a sus 7 hemarnos, mama papa y novia, después nos juntamos en el "bar" del hostel y empezamos a probar tragos y a comer pizza, mientras se preparaba el cantante.

Varias cervezas y tragos mas tarde decidimos salir todos a un bar en donde una de las chicas iba a cantar con una banda de funk como artista invitada, salimos un grupo de 6 y conseguimos meternos en un taxi diciéndole reiteradas veces feliz navidad al conductor, llegamos vivos a la zona de bares de zicatela, entramos y ya había cantado, así que convencimos al cantante que la invite de vuelta y la aplaudimos a morir para luego seguir persiguiendo la noche de puerto escondido de bar en bar, practicando ingles, descansando en castellano con chicas locales, y finalmente volviendo con un ingles totalmente borracho que no entendíamos como no se caía al piso, y un alemán que había nacido en la alemania oriental y charlamos cobre las guerras mundiales, Heidegger y fútbol, casi 50 cuadras por la costanera hasta el hostel en el que me desperté esta mañana con la garganta tomada y me preparé una leche chocolatada con chocolate casero comprado días atrás en el mercado de Oaxaca.

hace un rato vi por primera vez en mi vida el atardecer en el mar, ni bien termino de esconderse tras el horizonte me zambullí en el mar a nadar en penumbra.

2 comentarios:

  1. Los post van mejorando exponencialmente, me encantan las cronicas, de viaje!. Una excelente noche buena pasaste

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  2. Increíble ver el sol irse por el "oeste". Es como anti-intuitivo, inusual, imposible para nosotros. Muy bueno. Abrazo.

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