martes, 1 de septiembre de 2009


Me recibí de arquitecto hace unos meses, algunos antes empecé a militar en esta corriente, se podria decir que fue el resultado de charlas y charlas con mi hermano Ivan sobre las mil y una dudas que me generaba mi próximo paso al mundo laboral, a lo largo de las charlas entendí que mi miedo no era entrar al mercado de trabajo, sino tener que formar parte de esta asquerosidad que es el capitalismo, tener que cagar a obreros y pibes dibujantes para poder ganar como para comprarme una casa y un auto, empecé a darme cuenta que no iba a poder, que al menos tenía que buscar una alternativa, otra forma.
Y empecé a leer algunas cosas, y conocí a La Mella, y a todo un grupo de gente que siente el mismo asco, la misma rabia, y que trabaja, lee, marcha, estudia, charla y sueña con otra forma de hacer las cosas. En un momento determinado me pareció entender que había otro mundo, un hombre nuevo, un paraíso socialista... pero que estaba lejos.
Despues empecé a sospechar que habia cosas que se podian ir haciendo desde ya.
Y la realidad se me adelantó.
Recuperé mi capacidad de asombro.
Y no la perdí mas.
Aprendí. Con el título en trámite. Aprendí muchas cosas:
Que construir es mezclar cemento y arena, pero también charlar, y llegar a tu casa a las 2 o 3 de la mañana todos los días, y quedarse despierto una noche o dos en una reposera alertas. Aprendí a soldar, a sacar la escoria de la soldadura, a sacarse preconceptos caducos sobre el lugar en donde vive la gente, a compartir una coca, a trabajar en serio, no cumpliendo tareas, sino sintiendo un proyecto, pensándolo, y no en la compu, sino en las charlas, en cada mate.
Me pasé toda la carrera haciendo dibujitos, imaginando lugares, y reconozco que cuando empezamos esta idea fué un dibujito mas, o al menos así hubiera quedado sin gente como un paraja que te pregunta que hay que hacer y cuando lo hacemos, y un día compramos los hierros, y nos miramos con cara de "y... ésto ya arrancó!" y nos sonreimos y nos agarro un cagaso impresionante, y ahí estuvieron los compañeros del Frente Popular Darío Santillan Diego, Ricardo, Dieguito, Maxi, Fede, Alberto, Ivan, el negro Alejandro y toda su fuerza para tranquilizarnos y demostrarnos que los hierros se cortan y se sueldan, de a uno, y las cosas se hacen, y que si terminás una podes terminar dos y tres y todas, y que todo lo que no sepamos lo ibamos a resolver después, llegado el momento, y que trabajar era fundamentalmente hacer, hacer relaciones, conocernos, saber lo que somos y de qué somos capaces, jugar los miercoles al futbol y comer hamburguesas con las chicas del diario popular.
Dos semanas que parecieron un año, yendo a la mañana al taller en dock sud con Ari, Lean, Santi, Ivan, prefigurando... las pelotas!!, SINTIENDO concretamente otra forma de hacer, otro entusiasmo; unas ganas, sobretodo conscientes, de construir algo nuevo, llamale techo si queres, para mi es un piso, de acá para arriba, para adelante.

Gracias a todos por permitirme realizarme de esta forma, a todos los que vi y con los que comparti en estas semanas esta construcción y a todos los que no vi y quizas sientan que no tuvieron nada que ver con esto y estén equivocados, porque La Mella hizo Este Techo porque llegó a ser La Mella, no me jodan.

Abrazo de Campeonato.


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Adrian Latzke Blake.


"...Instrúyanse, porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos de todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza..."

Antonio Gramsci. 1ro de Mayo de 1919, L´Ordine Nuovo - N° 1