lunes, 16 de abril de 2012

La Angustia Extrema


Hasta estos momentos de mi vida había pasado por situaciones angustiantes, en general referidas a terceras personas, en todas aquellas situaciones, a diferencia de estos momentos, siempre contaba yo con cuestiones fijas, nunca del todo, pero bastante sólidas, la ciudad en donde uno vive, la carrera que uno estudia, la gente con la que convive, algunos amigos fuertes que ayudan a bancarla cerveza de por medio, mi cuarto, mi cama, mis lugares. Estos momentos de mi vida, de forma premeditada, como bien dijera mi viejo antes el bajón de San Cristobal, en parte es a lo que fuiste de viaje, a enfrentarte con eso, estos momentos no tienen ninguna de esas cuestiones, no había razón para quedarse en una u otra ciudad, no había fecha para volver, ni fecha para quedarse, no había carrera ni trabajo al que volver, no estaba mi gente, ni siquiera mi país al que tantas veces menosprecie como identidad cultural creyéndome de lo más cosmopolita, identificándome mas quizás con una película yanqui que con la letra de una zamba tucumana.

Sin embargo el dinero que tenía para viajar empezaba a acabarse, a pesar de los continuados préstamos, a pesar de los ratoneos, y con ello mis posibilidades de seguir estando por acá sin tener que trabajar. La elección de Playa respondía por un lado a mi necesidad de Caribe, y por otro a la cantidad de argentinos que sabía residían por allí, pensando en trabajar en algo relacionado con el turismo y previendo la llegada del spring break y de la semana santa me pareció que era relativamente fácil encontrar algo para tirar unos meses. No fue asi, muchos se excusaban en mi falta de papeles para trabajar, otros en mi falta de experiencia, pero empecé a acumular no que fueron degradando mi estado de ánimo, mi confianza, y que en un círculo vicioso me hacía aun menos elegible para un trabajo, esto sumado a mi aprendizaje de cuestiones básicas como que no importa cuántas obras hayas tenido a cargo en tu vida a la hora de querer trabajar de mesero, pasé de un CV a 4. Uno de mesero, uno de recepcionista, uno de cuestiones náuticas y otro de arquitecto. Dependiendo de a que aplicaba ponía carrera trunca, carrera terminada, mucha experiencia poca. La chomba blanca fue mi uniforme de búsqueda, la máquina de cortar el pelo mantenía mi pulcritud.

Varios factores se sumaron para transformar la desazón en angustia, Frenchu ya no estaba, mis compañeros de departamento no estaban la mayor parte del día, yo tenía muchísimo tiempo para comerme la cabeza, y el trabajo no salía, nada de nada. La angustia empezó a minar mis horas de sueño, sin importar la hora que fuera, cada vez que me despertaba en la noche para lo que en buenos aires hubiese sido darse vuelta o como mucho ir a mear al baño, era cuestión de segundos hasta que caía en la cuenta de a dónde estaba y del drama que estaba viviendo, en ese momento una pata de elefante se apoyaba en mi panza, se hundía, y quedaba así por el resto del día hasta que lograba distraerme con alguien. Las distracciones en cuestión de media hora o un poco más aflojaban el sentimiento de angustia, por lo que empecé a realizar un ejercicio que mechaba las búsquedas laborales con los momentos de distención con gente, los compañeros de derpa, y los nuevos amigos, todo esto en un plan de no estar con tanta cara de velorio y aumentar las chances de que alguien me diga que sí.

En todo esos días fueron muchas las horas de chat con maxi, con mis hermanos, con otros amigos y con mis viejos, intentaba distraerme haciendo que me cuenten cosas de su vida, probando llenar el vacío de mi cotidianeidad con las suyas. Todo el tiempo la pregunta era la misma, pero por qué estás angustiado? Que problema hay? Si todo está bien? Estas en el Caribe, tenes una playa con peces de colores a 6 cuadras, estás haciendo amigos, etc etc. Y por más que la angustia quedaba totalmente ridiculizada en esos momentos media hora después de cortar volvia a sentir la angustia como un gato que vuelve solo a echarse debajo de la estufa cuando lo creías perdido.

Y empezaron las dudas, para qué carajo estoy viajando, cual es el objetivo, que sentido tiene insistir en quedarse por aca cuando ya no hay forma de no angustiarse, y las respuestas que uno se inventa, todo se va a resolver cuando consiga trabajo, volver ahora sería una derrota, si logro quedarme acá, si logro trabajar en otro país, si llego a sacar la visa y viajar a canada, si puedo con eso es que puedo con el mundo, el resto van a ser escalones quizas más altos, pero ya se que puedo subir escalones. Mastique angustia, hice a mi agencia de turismo buscar pasajes de vuelta para abril, y los patee para julio, me tire de cabeza, le meti huevos y crecí, siento que de todos esos días y de mi insistencia en seguir crecí, como muy pocas veces en mi vida.

En parte gracias a los Locales que ayudaron.

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